Huixtla
En la
parte sur del estado de Chiapas, se localiza el municipio de Huixtla, cuya
cabecera está situada a una altitud de 30 metros sobre el nivel del mar,
limita al norte con Motozintla, al sur con Huehuetán,
Mazatán y el océano pacifico, al este con
Tuzantán, al oeste con Villa Comaltitlán.
Su
extensión territorial es de 385 kilómetros cuadrados, que
representa el 0.51% de la superficie del estado de Chiapas y el 0.20% del
territorio de México..
El
principal curso de agua es el río Huixtla que recorre el 5.86% de la
superficie del Estado. su caudal es permanente y que con el crecimiento de
la ciudad fue desviado, pero que actualmente empieza a partir la ciudad en dos
partes, otro es el arroyo intermitente El Cusco que nace en los limites de
Huixtla con Tuzantán. Y que actualmente su caudal a disminuido y es
utilizado como canal para drenar las aguas negras de la ciudad.
En la
cabecera municipal y en la mayor parte del municipio el clima es
cálido-húmedo con lluvias abundantes en verano, al sur es
cálido-subhúmedo con lluvias veraniegas. La cabecera registra una
temperatura media anual de 27.5ºC y una precipitación pluvial de
2,500 milímetros al año. Los vientos predominantes son de norte a
sur.
La
superficie municipal está conformada por zonas accidentadas (30%) que
constituyen parte de la Sierra Madre de Chiapas; lomeríos (10%) formando
la zona de transición entre la sierra y la llanura del Pacífico
que ocupa con sus terrenos planos (60%) el sur del municipio.
Dentro de
la flora encontramos el Coyol, cuchunuc, guanacastle, guapinol, morro, palo
mulato, quebracho, botoncillo, madre de sal, mangle blanco y mangle colorado.
La
fauna es rica y variada ya que encontramos especies como el caimán,
cocodrilo, cigüeñón, espátula, garcita verde,
gaviota, golondrina de mar, loro, pelícano, tecolotito, manglero,
mapache, murciélago, jaguar, puerco espín, armadillo,
tepescuintle, tuza, conejo, gato montes, boa, cantil, iguana de ribera,
chachalaca copetona, urraca copetona, liebre y zorrillo rayado, oso hormiguero,
algunas de estas especies se encuentran en peligro de extinción.
Una
de sus sitios históricos es la Estación de
ferrocarril, data de 1908, construida a base de
ladrillos y techo de teja de barro, que permanece intacta, por su estilo es
única en la región por lo cual es considerada un monumento
arquitectónico. En la época de la revolución fue utilizado
por los revolucionarios llamados caudillos del sur, para llegar a esta zona de
del sureste mexicano.
La
ciudad se llena de color cuando se realizan las fiestas populares, en Huixtla
no podía ser la excepción así que del 14 al 21 de febrero
se lleva a cabo la feria comercial, agrícola, cultural y el 4 de
octubre la fiesta San Francisco de Asís. Sin olvidar las costumbres de
antaño de celebrar la Semana Santa, el 3 de Mayo día de la Santa
Cruz, el 1º y 2 de noviembre el día de Muertos, el 12 de diciembre
día de la Virgen de Guadalupe, y en diciembre la Navidad y en enero
Año Nuevo.
Las
leyendas no podían ser olvidadas así este lugar es admirado por
el misterio que envuelve de "La Piedra de Huixtla". Monumento natural
visitado por los mismos Habitantes de la región, de otros estados de la
república y por extranjeros que llaman el lugar como sitio ideal para
escalar.
En el
área gastronómica las damas se lucen, ya que elaboran alimentos
exóticos como el casquito, la tortuga con pollo y famoso tamal de
Chipilin y Hierva Santa (hiervas que se dan en la región). Ahora que si
de consentir a su paladar se trata hay dulces de coco molido, de cacahuate,
turrón y nuégado, coyol y pan de palo. Y para refrescarse del
intenso calor se hacen bebidas como el pozol negro y blanco, agua de naranja,
tamarindo y papaya.
Huixtla es cabecera municipal. y el
Municipio No. 40 de 118 municipios. Pertenece la zona VIII que corresponde a la
Zona Soconusco.
Su
clima es Subtipo cálido con abundantes lluvias en verano
Huixtla
se encuentra en medio de una franja más o menos paralela a la
línea de costa, entre Tapachula y Arriaga, y en otra situada en el
centro-norte con una orientación noroeste-este, así como en dos
zonas del extremo norte, se distribuye el clima cálido con abundantes
lluvias en verano; en estos terrenos la precipitación total anual
varía entre 2 000 y 3 000 mm principalmente y el mes más seco
suma menos de 60 mm.
Su
agricultura y vegetación mas importante el Café, maíz,
fríjol, cacao, caña de azúcar, mango,
marañón, frutas tropicales que se cosechan en temporada,
pastizal para ganado y agricultura de temporal como el melón, sandia,
pepino y otros.
El
principal punto de acceso es la carretera federal No. 200 que corre
paralelamente a la costa, entra al estado de Chiapas por la localidad de
Arriaga, pasa por Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Escuintla, Huixtla y
Tapachula.
Otra punto
de acceso es la carretera número 211, que une las carreteras
Números 190 y 200, pasando por las localidades de Frontera de Comalapa,
Amatenango de la Frontera, Mozintla de Mendoza y Huixtla, donde se une con al
carretera federal 200..
Los
sitios mas importantes para los visitantes extranjeros y foráneos son:
-
Así como la experiencia que puedes vivir, visitando ríos y
montañas en la parte baja, media y alta del municipio.
HISTORIA
1.- HUIXTLA –
ORÍGENES MAYAS
Parafraseando al Dr. García de León, Huixtla al igual que otros pueblos tuvo que ver en la población de mundo. En aquel tiempo, cuando la larga noche de los animales dio paso a la cultura de los hombre fue atravesada por muchas migraciones y su tierra fue ocupada.
Probablemente el pueblo
de Huiztlán de la lengua mayance man HUIZ – Espinas TLAN – Lugar, fue
una de las muchas comunidades aldeanas que se subordinaban a los centros
urbanos del “Antiguo Imperio” de los mayas. Comunidades que se relacionaban
entre si por un débil comercio que con el paso del tiempo se fue
diversificando en excedente agrícola. En una mayor complejidad social,
en luchas internas y territoriales, en ciudades – estados del
pre-clásico olmeca y clásico maya. Huiztlán como otras
comunidades tributarias gozaban de una mínima independencia
interna la cual tenía un costo. Como nos dice el Dr. García de
León…. “El precio de su relativa independencia interna fue muchas veces
alto, tanto como el excedente que estas comunidades tenían que pagar a
sucesivos Señores y grupos religiosos y militares….” (1)
El maestro Alberto C.
Culebro, dice que aun cuando sin monumentos o datos ponderantes Huixtla es un
pueblo antiguo de mediados de la era; quizá de los años 1100 o
quizá de un poco más adelante, de acuerdo a los vestigios
encontrados en los márgenes del río Huixtla. Este dato confirma
que el pueblo maya Huiztlán era una comunidad aldeana. Que lejos de ser
una ciudad, más bien era una comarca que se sujetaba en mayor o menor
medida a las urbes administrativas y religiosas. En donde como dice
García de León “la existencia de agrupaciones abigarradas de templos
y edificios, fortalezas de sacerdotes, guerreros y comerciantes estaban a la
deriva en un inmenso océano de aldeas mas o menos controladas para el
pago de sus tributos… “ (2). Las huellas de piedra de estas urbes del primer
milenio de nuestra era se pueden observar todavía en las regiones
más fértiles, en el soconusco las ruinas de Izapa o padre piedra
en la Frailesca.
2. DECADENCIA MAYA Y
SURGIMIENTO AZTECA
El llamado “Antiguo
Imperio Maya” estuvo cimentado por un modo de producción tributario “El
grupo sacerdotal ejercía funciones religiosas, administrativas y de
calendarización de los ciclos agrícolas del maíz, el
fríjol, el cacao, etc… (…) … Esta formación social,
desproporcionada y a fin de cuentas débil, desarrollo enormes progresos,
antes de sufrir un grave desequilibrio que sería notorio desde 7 siglos
antes de la llegada de los conquistadores Europeos” (3).
Alrededor del siglo
décimo, la unidad estatal se resquebrajo en pequeños
señoríos militarista de limitado alcance territorial. Mientras
que su eje se desplazo desde el amplio corredor selvático, hacia el
norte de la península de Yucatán y hacia los altos valles
de Chiapas y Guatemala. La clase dominante abandonada y en decadencia huyo de
las urbes selváticas (Palenque, Yaxchilan, Bonampak, Izapa y otras)…”
(4). Mientras las comunidades aldeanas al no producir el excedente tributario
la vida en ellas se torno simple, auto conteniéndose en pequeños
territorios y manteniendo una escasa división del trabajo. De tal manera
que los templos de las grandes urbes fueron devorados por la selva.
En el Soconusco, las
comunidades aldeanas se llevaron consigo el peso de la decadencia Maya y la
impronta del militarismo Tolteca. Abriendo paso a la fuerza militar Azteca que
erigió su poderío durante 30 años a partir de la
invasión de Ahuizolt en 1486. Año en que se funda el pueblo de
Huiztlán, quien continúo siendo una comunidad aldeana tributaria
bajo el dominio Méxica.
3.- LA CONQUISTA Y LA
SOCIEDAD COLONIAL
Entre 1524 y 1530 por la
costa de Tonalá y el Soconusco (poblado del mismo nombre de la
región) penetro la expedición dirigida y bien pertrechada
por el capitán Pedro de Alvarado, destinada a la conquista de los
señoríos alteños de Tecpan Cuautemallan. Época en
que la provincia del Soconusco ocupaba la zona costeña del actual Estado
de Chiapas y una parte del actual República de Guatemala. Al momento de
la conquista en 1524 la provincia Soconusquense llevaba 30 años bajo el
poder Azteca. El pueblo de Huiztlán o Guistla llamado así por la
diócesis ubicada en Huehuetán. Continuo siendo un pueblo
tributario al instaurarse un sistema regional de cabeceras y parcialidades
sujetas, sometida al tributo renovado y avalado en un primer momento por los
mismos caciques indios “Señores Naturales” o Tequitatos (del
náhuatl, Tequithto” jefe de trabajo”). Que servían de
intermediarios entre la comunidad y la sociedad dominante. Representada por la
corona real a través del Gobernador del Soconusco; el conquistador
Pedro de Alvarado. Más adelante por un regidor nombrado en 1531
por la audiencia de México. Hasta 1556 cuando la real cédula
designo a la provincia del Soconusco bajo la jurisdicción de la
audiencia de Guatemala.
Durante los primeros
años de conquista y en particular bajo el dominio despótico del
gobernador Pedro de Alvarado. Tanto el Soconusco como los lugares conquistados
sufrieron los efectos de un sometimiento violento. Entre 1531 y 1535 los
índices de despoblamiento fueron catastróficos para los pueblos
indios, tanto por la violencia extrema que se ejercía como por la
existencia de plagas, enfermedades y epidemias que azotaban a la
población. Sin embargo y a pesar de ello de 1525 a 1570 los pueblos del
Soconusco experimentaron cierta prosperidad económica. Algunos
pueblos como Huixtla adquirieron más adelante importancia por su
producción. El Maestro Alberto C. Culebro, citando al Sr. Alfonso Ponce
de León. Fraile comisario general de la orden seráfica dominico,
procedente de Oaxaca a su paso por Huixtla en 1586 hacia Guatemala; se refirió
a este Municipio como “… importante con menos de 300 habitantes entre
Españoles, Mestizos e Indios, que como todo el Soconusco es muy rica y
prospera especialmente por el Cacao, Tabaco y Ganado” (5).
Así mismo, el
Maestro Culebro hace mención que en el primer censo de población
en 1611 Huixtla contaba con 300 habitantes y en el de 1685 se registraron 500
pobladores, entre Españoles, Mestizos e Indios en su mayoría. En
ese tiempo Huixtla era un curato de Santo Domingo Escuintla, poblado que
había adquirido cierta importancia desplazando a Huehuetán. Por
el hecho que para los españoles las estancias de ganado mayor de
la planicie ubicadas en tierras Escuintlecas les era de más fácil
acceso. De tal manera que al principio del Siglo XVII se pueden leer en el
epistolario de una persona de origen Peruano de la orden Jesuita, en su paso
hacia México;
“La
Gobernación del Soconusco, en la cual se coge el mejor Cacao que se
gasta en la nueva España y las mejores vainillas con que se adereza; y
achiote tiene de Tilapa a Ayutla 4 leguas a Chilatepec cuatro a Tapachula tres,
a Huehuetán seis (…) esta entre dos grandes ríos y abundante de
iguanas que las vi andar entre las casas del lugar. A Huixtla hay 4 leguas a
Mazapetahua cuatro, a Escuintla 4 leguas a Mapastepec siete… a la estancia
grande seis leguas; esta era antiguamente la mayor estancia de vacas que
había en la Nueva España, daba cada año para México
10 mil reses, ahora de dos a tres mil” (Cita García de León, Utopía
y Realidad).
En un principio la producción
de Cacao fue el eje de la explotación tributaria que se realizaba a los
pueblos del Soconusco. El Dr. Antonio García de León, destaca que
“su producción conformo todo un modo de vida Novo –Hispánico
alrededor del Chocolate y sus aderezos…” (6). Por lo consiguiente la baja
producción repercutió tanto en la vida de los indios como en la
de los españoles. A finales de los años 1600 las estancias
ganaderas desbastaron miles de hectáreas sembradas de Cacao; y los pueblos
tributarios entraron en una profunda contradicción” (7). Los indios
tenían que pagar 18 pesos y seis reales, por cada carga de Cacao que no
pudieran entregar. García de León, menciona que en 1774
según el obispo García de Bargas y Ribera, ya no había en
el Soconusco mas que tres pueblos de indios lo suficientemente capaces de
producir un tributo de Cacao.
Huixtla como otros
pueblos tributarios vieron agobiada su población tanto por el tributo
excesivo que se les exigía como por epidemias existentes en esa
época.
“En el Soconusco, la cantidad
en Cacao exigida a cada indio tributario entero es de 8 zontles (1 carga = 60
zontles). Aparte de Cacao, cada indio debía ½ almud de
maíz para los soldados. Hasta 1737, se podía juntar este impuesto
en natura o especie, al precio de 12 reales la fanega después
tenía que pagarse en dinero” (Solórzano Fonseca, 1987) (8).
4. INDEPENDENCIA Y
ANEXIÓN
El movimiento de
Independencia encabezado por Morelos e Hidalgo, repercute en toda la
República. En 1821 las autoridades de Comitán declaran la
Independencia de Chiapas de la Corona Real Española. La coyuntura
política independentista proporcionaba los elementos para proclamar la
Anexión hacia México en el mes de Septiembre de 1824. Chiapas
proclama su Anexión definitiva, no así el Soconusco que se incorpora
hasta 1842. Ambos hechos históricos se explican por la actitud asumida
por las autoridades Españolas; decidía y abandono por una parte y
por el poco interés de la oligarquía monopólica de
Guatemala hacia la provincia de Chiapas. Lo cual promueve el desosiego de una
sociedad criolla que había palpado la decadencia económica y
social mucho antes de que los acontecimientos independentistas se
cristalizaran. Ya en 1794 se empezaba a erigir la inquietud de los grupos de
criollos y ladinos ilustrados que veían en forma alarmante el abandono y
la injusticia de los emisarios de la corona hacia el pueblo indio. A la par
también se encontraban “los ladinos” y criollos hacendados que con
actitudes paternalistas tenían puestas sus esperanzas en la
destrucción del orden colonial y con ello el fácil acceso al
control de las tierras.
La región
Soconusquense era fiel reflejo del abandono en que se encontraban las tierras
conquistadas; despoblada y en ruina económica Cacaotera. El Soconusco ya
no brindaba beneficio alguno al pujante poder criollo y ladino. El panorama
desolador planteaba la posibilidad de establecer una nueva propuesta de
reordenamiento económico, para dar respuesta a la actitud
independentista que se gestaba y que preocupaba a las autoridades de esa
época. Así tenemos que don Manuel Larrainzar delegado de la
corona española, proponía la siembra de nuevos cultivos. Los
cuales atraerían nuevos capitales y proporcionarían trabajos a la
región Soconusquense, que prácticamente estaba semi despoblada.
Sus pueblos de indios tributarios que contaban con más de 60 pasaron a
ser solo una docena.
En 1821 Huixtla contaba
con 586 habitantes entre Criollos, Mestizos y una cantidad inferior de indios,
lo cual explica que la situación productiva y de
explotación en la producción mermara en tanto la escasez de
fuerza de trabajo indígena para procurar el excedente tributario. Como
muchos pueblos, Huixtla acarreo su decadencia económica hasta 1858
cuando paso a depender de Tuzantán. Poblado de suma importancia religiosa
para los españoles. Pasaron 32 años para que recuperara el status
de pueblo y Cabecera de Municipio exactamente en 1890. Según Karl Helbig
investigador Alemán que anduvo por estas tierras, dice que
después de la declaración de Independencia. Huixtla creció
más rápido pero en 1853 a causa de que se incendió por
completo hubo un largo retroceso en su desarrollo.
En fin. Los
acontecimientos de Independencia y Anexión se inscriben dentro de la
macro historia Nacional y Estatal que dieron textura y forma al desarrollo de
los pueblos de la región del Soconusco. Y más exactamente del
caso nos ocupa que es Huixtla.
5.- LA REVOLUCIÓN
DE 1910
En los albores del siglo
Veinte, Huixtla era un lugar donde aun las calles no se trazaban. El centro del
pueblo estaba compuesto por una veintena de casas de adobe, teja y manaca,
así como de pequeños caminos y veredas que comunicaban a las
viviendas. En 1901 la población era de casi 1300 habitantes y la
alcaldía municipal era un encargo que se encomendaba a los primeros
fundadores del pueblo; don José María Paz se mantuvo como alcalde
algunos meses dejándole al puesto al señor José Domingo
Paz este a su vez a don Ramón Tovilla. En el siguiente año en
1902 la alcaldía la ocupa el señor Estanislao Martínez y
en 1903 los hermanos Lorenzo y Manuel Paz. En el periodo que va de 1904 a 1906
se inicia el trazo de las primeras calles del centro del pueblo y por primera
vez se mantiene por tres años como alcalde municipal el señor
José María Noriega. Aunque por unos meses en el último
año nuevamente don Ramón Tovilla, en los siguientes años
de 1907 a 1910 el mando del gobierno municipal transcurrió bajo periodos
anuales a cargo de personas inmiscuidas en la organización del pueblo.
Así los señores Paz, el señor Paulino Estrada, don Emilio
Coutiño y en el momento de la acción revolucionaria la
alcaldía municipal estaba a cargo de don Daniel Soto.
El 20 de Noviembre de
1910, Francisco I. Madero convoca a la lucha armada con el fin de derrocar a la
dictadura del general Porfirio Díaz. Estos mismos aires revolucionarios
llegaban a Chiapas y como consecuencia de la caída del general
Díaz el Gobernador porfirista Ramón Barraza renunciaba al cargo.
La designación del sucesor interino enfrento a Tuxtlecos y Sancristobalences;
una lucha de candidatos tras el poder tratando de proteger los intereses
económicos de la oligarquía central. Las elecciones de 1911 con
el triunfo de Madero no garantizó la estabilidad política ni la
paz social. La traición del General Victoriano Huerta quien mando asesinar
a Madero, para usurpar el poder presidencial. Trajo como consecuencia la
organización de grupos armados en varios Estados de la república
para luchar en su contra. Villistas, Zapatistas y Carrancistas apoyados por
antiguos jefes Maderistas se abalanzaron a combatirlo. Por su parte en Chiapas
postulado a través de la gente del Gobierno de Huerta, el General
Bernardo Palafox encontró rápidamente oposición por parte
de grupos guerrilleros en varias regiones del Estado. En esta efervescencia
Revolucionaria en los municipios de Chiapas se empezaron a gestar movimientos
pequeños. Que se relacionaban tanto por oposición al
régimen de Huerta como por la posesión de la tierra. Como parte
de esta inquietud social, en Huixtla surge el descontento entre los pobladores
de la cabecera Municipal, Porque los inmigrantes atraídos por la
prospera economía que se vivía y que se reflejaba en el comercio
gracias a la vía de comunicación ferroviaria, decidieron acaparar
la mayor parte de la superficie de terrenos que no estaban poblados y que eran
aptos para la construcción de viviendas y la actividad agropecuaria. El
Maestro Alberto C. Culebro en el folleto “Monografía tradicional de la
ciudad de Huixtla” nos dice que “trataron de ser dueños de las tierras
circundantes y no pensaron en las necesidades del pueblo; los cuatro rumbos del
poblado fueron delimitados por quienes se constituyeron como terratenientes”
(9) de tal manera que la superficie de Huixtla fueron repartidas entre 5 o 6
familias avecindadas, de ahí como nos sigue diciendo el Maestro Culebro
“… Los señores Molano tomaron los terrenos del norte asociados con la
firma Kumagay: los del sur pasaron en poder de los señores Paz venidos
de Huehuetán: y los del oriente quedaron en poder de la firma Soto y los
ponientes en poder de la familia Bejarano y otros pequeños propietarios,
el pueblo quedo entre las calles Guerrero al norte y Allende al sur y entre la
avenida Galeana al poniente y González Ortega al oriente”(10), la
posesión casi feudal de la tierra trajo consigo la sublevación de
los primeros; familias pobres que sufrían el destierro forzado de la
zona poblada en los terrenos que fueron delimitados como privados. Tal
situación incomoda les obligaba a refugiarse en el campo o en poblados cercanos
a la cabecera Municipal. 1913 se manifestaron violentamente. De acuerdo al
molde revolucionario se puede decir que fueron “pobres contra ricos
terratenientes” pequeño movimiento social encabezado por
Melquíades Marroquín, Catarino Martínez y Chilo
Hernández, personas identificadas con los ideales del Maderismo.
Según el Maestro Culebro fue solo un asalto donde perdiera la vida don
Jesús Tovilla y “10 defensores del pueblo”. Esta situación de
inconformidad finalmente fue resuelta durante el Gobierno de Carranza “…Se
consolido la desamortización y se fraccionaron terrenos; el pueblo
principio entonces a recobrar su antigua categoría y se fueron trazando
nuevas calles, ampliando otras, poblando aquellas y la zona de la
estación se urbanizo aceleradamente…” (11). En los albores del siglo
veinte en 1901, el pueblo de Huixtla contaba con casi mil quinientos habitantes
la presidencia municipal en ese mismo año fue ocupada por los fundadores
del pueblo: don Juan María Paz que al poco tiempo deja en el cargo don
José Domingo Paz y a su vez esta a don Ramón Tovilla, en 1902 don
Estalisnao Martínez ocupa el cargo, en 1903 los hermanos Lorenzo y
Manuel Paz se ocupan de la alcaldía.
La oposición
armada en contra del General Victoriano Huerta y del Gobernador Bernardo
Palafox rinde sus frutos. En 1914 son derrotados y obligados a dejar el poder
con lo cual se abre paso un Carrancismo en ascenso. En Chiapas representado por
el General Jesús Agustín Castro jefe militar Carrancista que es
enviado desde del centro del País. Instalado en el poder el general
Carranza convoca a los jefes militares a la convención revolucionaria,
El resultado de esta es la división del grupo Revolucionario; Por una
parte el bando Constitucionalista encabezado por el mismo Carranza,
Obregón y Elías Calles y por la otra el bando de los
Convencionalistas liderados por Francisco Villa, Emiliano Zapata y Eulalio
González. Mientras en el Estado el Coronel Tiburcio Fernández
Ruiz y su grupo armado llamado Mapaches, identificados con los
convencionalistas se enfrentaron al Gobernador Agustín Castro y al grupo
constitucionalista. En la región del Soconusco en 1915 en el municipio
de Mazatán un grupo mapachista se enfrentó al ejército del
Gobierno. Siendo derrotados los primeros se retiraron hacia Huixtla para unirse
al grupo principal acantonados en esta población con el fin de cortar la
vía férrea para incomunicar a la Ciudad de Tapachula con el resto
del Estado y del País. Como respuesta el ejército
constitucionalista ataco al grupo mapachista en las inmediaciones de Huixtla
siendo derrotado los segundos. Tras este acontecimiento los dueños de
las Fincas Ganaderas quienes mantenían contacto con la convención
y que catalizaban el descontento de propietarios y comerciantes Tapachultecos,
golpeados por constantes robos de ganado así como por las exacciones
fiscales, decidieron “levantarse en armas”. Así, el rico hacendado Don
Ángel María Pérez armó a 50 hombres entre parientes
y subalternos entre los que destacaban Emiliano Escobar y Julio C. Farias, con
los cuales se mantuvo algunos meses amenazando la línea de ferrocarril;
atacando a trenes y estaciones. Ante estas acciones; Carrancistas y Gobierno
empezaron a proteger la mercancía que era trasladada por vía
férrea. Principalmente la producción de café que se
enviaba a la ciudad de México, al Puerto de Salina Cruz y Coatzacoalcos
para trasladarlo a países Europeos y a Estados Unidos de
Norteamérica. Como observadores y sin inmiscuirse directamente en estas
acciones los plantadores extranjeros dueños de fincas aprobaban dichas medidas
del Gobernador y de su grupo armado a favor de sus intereses. Es pues que
en ese año de 1915 ante el ataque de la Estación de Ferrocarril
Don Ángel María Pérez fue capturado con sus dos oficiales
y fusilados en ese mismo acto.
En los año
siguientes de 1915, solo quedaron las escaramuzas de grupos armados que
deambulaban en la Región. Hechos bastantes aislados en la vida de los
pobladores por lo cual a mediados de 1918 estas acciones se dejaron de ver. De
tal suerte los pueblos del Soconusco iniciaron a vivir en “Bonanza”
económica ante las nuevas inversiones de plantaciones de Café y
Caucho. En Huixtla las escasas acciones armadas no interrumpieron las
designaciones para Presidente Municipal. En tanto que ligado al Gobierno del
Estado y lógicamente bajo los preceptos Constitucionalistas
(Carrancistas que a la postre habían triunfado). Surgieron personas que
ocuparon la administración Municipal por periodos cortos de tiempo tanto
por el clima de inestabilidad política y social que se vivía como
por disposiciones civiles y éticas de los ciudadanos. Por lo tanto el
Señor Emilio Coutiño estuvo en 1915 en el cargo, en 1916 la
Presidencia estuvo a cargo de los Señores Laureano Esteban y Manuel
Marroquín, en 1917 don Teofilo Mejía, en 1918 el Sr. Enrique robles
y en 1919 la Presidencia Municipal la ocupó don Lorenzo Paz.
El Compromiso de
Venustiano Carranza para convocar a elecciones en 1920 le obligó a
buscar acuerdos de Paz con los grupos opositores a su Gobierno. En Chiapas como
en otros Estados de República los movimientos políticos de
Carranza no prosperaban del todo. En varios lugares del Estado Chiapaneco
merodeaban varios grupos armados bajo la bandera Carrancista y Obregonista. El
mas importante era el de los Mapaches que operaban en la región de los
valles centrales tratando que el Obregonismo ascendiera al poder. De ahí
que en Huixtla el 6 de Mayo veinticuatro días antes de convocar a
elecciones por el entonces alcalde Municipal Enoch Cano, un grupo de
Carrancistas son derrotados por los seguidores Obregonistas, al tratar de tomar
la plaza del pueblo. Esta acción evidenciaba la inconformidad por seguir
sosteniendo al régimen estatal de corte Carrancista.
Las manifestaciones en
contra de Carranza finalmente rinden sus frutos. En 1920 deja el poder y el 3
de Octubre se postula como Presidente de la República el General
Álvaro Obregón y como Gobernador del Estado por el período
de 1920 a 1924 el Sr. Tiburcio Fernández Ruiz. Otrora jefe
político del grupo armado de los Mapaches. Ambos nombramientos; el
Federal y Estatal auguraba paz y tranquilidad social. Augurio palpable en
los dos primeros años en varias regiones de Chiapas. Sin embargo
en el Soconusco la Organización Obrera despuntaba para la
formación Sindical en defensa de sus intereses y en las tradicionales
regiones del poder: los Altos, Centro y Frailesca se iniciaba a generar
inconformidad social junto con la obsesiva lucha por el poder. De tal manera
que al interior del grupo de los Mapaches se generaba la división.
Contando con la oposición de viejos grupos de poder, así como con
las clases sociales menos favorecidas en contra de la
imposición del Gobierno Estatal en la designación de
alcaldías Municipales. Puntos en contra que obligaron a Fernández
Ruiz a renunciar al cargo mas tarde.
La vida política y
social en los pueblos del Soconusco distaba mucho de lo que sucedía en
Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal y Comitán. En la que la
lucha por el poder político de terratenientes y pequeños propietarios
de las regiones de los valles centrales y altos representaba tener el control a
través del Ejecutivo Estatal, Apoyados por la línea
política del centro del país. Al margen un tanto de estas
contradicciones, Huixtla como muchos pueblos de la región Soconusquense
iniciaban a crear y a construir obras materiales como respuesta a las
necesidades de una población que se incrementaba. En 1923 siendo
presidente el Señor Estaban Molano, se adquirió el terreno donde
se construyó el salón de baile “Casino de Huixtla”. Eran tiempos
de “prosperidad” económica gracias a la alta producción
agrícola del cultivo de café en la zona serrana del municipio y a
la variedad de cultivos tropicales en la zona baja. En ese contexto en la
cabecera municipal se fueron edificando un mayor número de viviendas.
Así, en 1924 Huixtla contaba con 4500 habitantes lo cual representaba
una urgente necesidad de servicios públicos de luz eléctrica y
agua. Demandas que ni el gobierno municipal ni el estatal satisfacía. En
ese contexto a través de la iniciativa privada de personas avecindadas
en la cabecera municipal con solvencia económica y espíritu de
colaboración se llevaron a cabo las tareas que la autoridad no
realizaba. La instalación de una planta eléctrica en los
límites del pueblo solventaba en parte la penumbra en que vivían
los pobladores. Corría el año de 1926 y con auspicio de don
Alberto Sieber junto con don Manuel Armendáriz hacían posible que
una parte de la población gozara de este servicio. Por su parte
doña Anita Tovilla impartía clases en su humilde casa al carecer
de escuelas dentro del municipio. Más tarde sería la maestra Luz
López Solórzano que fundaba una institución educativa en
su casa frente al parque llamada “Benito Juárez”. Dentro del marco de
carencias sociales que se generaba a partir del incremento de la población
el presidente municipal don Manuel Tiburcio Paz, iniciaba la
construcción en 1927 de la primera construcción que
albergaría la alcaldía del municipio.
En 1929, tras la renuncia
de Fernández Ruiz y la entrada al poder de un interino la
situación se tornó un tanto caótica hasta cierto punto
anárquica en todas las instancias del poder. También se
reflejaba en varios ayuntamientos como fue el de Huixtla. En ese
marasmo de situaciones, el alcalde don Emigdio Cosió junto con sus
regidores tomaron los fondos públicos como suyos, por lo cual la
población exigió que se les investigará;
comprobándoseles actos de corrupción bajo el cargo de
“malversación de fondos”, depuesto como presidente, el alcalde Cosió
se inconformó solicitando apoyo del gobernador interino el cual estuvo a
punto de otorgarle “el perdón” y seguir sosteniéndolo en el cargo
“…sólo que entonces se reveló la policía en su contra,
haciéndolo salir con engaños por la noche y disparándole a
quema ropa en momentos de abrir la puerta de su casa…” (Mario García
Soto –Soconusco en la Historia – México 1964)
En 1930 la
población se había duplicado a escasos 6 años,
habían 8500 huixtlecos distribuidos en 5300 habitantes en el área
urbana y 3200 en el medio rural. Tras el incremento de la población
estaba también la producción cafetalera, cacaotera, tabacalera y
bananera. Como ejemplo de este último era el cultivo por todos los
espacios vacíos de la vía férrea del plátano
roatán, este “despunte” productivo en el medio rural se reflejaba en la
cabecera municipal. En 1931 por decreto del gobernador Raymundo
Enríquez, Huixtla es elevada a la categoría de ciudad y a
casi 6 años, a principio de 1932 siendo alcalde don Abigail Loranca se
termina la construcción de la presidencia municipal.
6.- EL CARDENISMO
El General Lázaro
Cárdenas asume el cargo de presidente de la república en 1934
cuando en el escenario nacional convergían grupos de obreros y
campesinos inconformes con la política desplegada por el maximato
presidencial de Plutarco Elías Calles. Aunado a la presencia de la
izquierda comunista que poco a poco ganaba espacio entre grupos golpeados por
la administración Callista, por lo tanto el panorama político
para la administración Cardenista se observaba difícil.
En el plano de la
realidad Chiapaneca, el despotismo represivo del Coronel Victórico
Grajales hacia el sector obrero y campesino no coincidía con la
línea política de la administración del General
Cárdenas, representando un serio problema para su gobierno. Ante esta
situación pretendía romper con la política Callista y por
ende con su mejor aliado; el coronel Grajales y con ello recomponer el tejido
social debilitado por una política represiva hacia izquierdistas,
laboristas, sindicalistas, minorías étnicas, y católicos
que se oponían a la rectoría despótica del Estado. En este
escenario de confrontación entre el Gobierno Federal y Estatal, se
producen fuertes inconformidades de finqueros y grandes terratenientes que
tienen bastante claro que los espacios de maniobra política, en pos de
conservar y proteger sus intereses e inmensas superficies de tierras se les
dificultaba. A través del Gobernador Grajales que maniobraba para
enrarecer la política agraria de Cárdenas oponiéndose a la
orden de un proceso amplio de reparto de tierras así como ejerciendo la
violencia represiva a través de asesinatos y desalojos violentos. El
Doctor García de León, citando el Archivo General de la
Nación nos dice que “los militares de Huixtla, dirigidos por el
plantador Juan Polhens, quemaron el ejido Nueva Tenochtitlán que
reclamaba tierras de la finca Lubeka…” (12). En esta dinámica. La
herencia de Calles hacia Cárdenas y depositada en el gobernador estatal
Grajales, daba para que este último siguiera acatando la política
Callista con actitudes poco plurales y tolerantes que confrontaba con grupos e
instituciones tradicionales como era la Iglesia Católica. Actuando
bajo los preceptos de Calles de cerrar los templos y quemar los santos.
De tal manera que en Huixtla siendo presidente el Sr. Fernando Cruz ordena la
quema de santos, “…precisamente el 20 de Noviembre que se celebra la
Revolución Mexicana, cuando el Ayuntamiento de don Nando, daba a conocer
que el presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos el patriota
General de la División Lázaro Cárdenas del Río,
nuestro pueblo sabía que ese día el ayuntamiento
procedería a quemar los santos, se amotina y se provoca el zafarrancho
ente el pueblo y los miembros del ayuntamiento, empleados y amigos de estos,
quienes llenos de pánico se refugian en el palacio municipal (…)
“….El pueblo de Huixtla
señala aquel Ayuntamiento y a todas las personas que lo componen como
“Quema Santos” (13)
La confrontación
política configuraba un abismo sin puente de solución que llevara
a conciliar el desarrollo social y económico de Chiapas. Es en 1936
finalmente tras una maniobra política. El gobierno federal destituye
como Gobernador al General Victorico Grajales, sucediéndole en el cargo
el Ing. Efraín A. Gutiérrez, postulado por los Cardenistas. En
esta situación la política agraria del Ejecutivo Federal inicia a
caminar a partir de la dotación de tierras de buena calidad
“…Aproximadamente la mitad de esas tierras eran aptas para la agricultura, de
riego y temporal, que beneficio a los campesinos con un promedio de 4.48 has”
(14)
A la par con la
inconformidad de finqueros y terratenientes de la zona sierra y de la parte
baja del municipio ante las acciones del gobierno de quitarles parte de sus
grandes extensiones de tierras. La cabecera municipal alojaba casi 6000 habitantes
y ante ello se introducía el servicio de agua entubada a través
de la concesión obtenida por el banco de crédito urbano y obras
públicas. Los establecimientos casi improvisados que les servía a
los comerciantes para vender en el mercado fueron derribados y se
construía una estructura más formal. La estación
ferroviaria y sus bodegas se construían con los recursos provenientes
del gobierno federal. Se funda la Escuela Primaria “Manuel Rea” en un solar del
profesor Francisco Gordillo León fundador de la misma, tiempo
después en 1939 la profesora Luz López Solórzano con apoyo
del gobernador Rafael Pascasio Gamboa se construye el edificio que en los
noventas fue derribado para construir el actual. En fin, la vida del pueblo se
desarrollaba entre el auge comercial de sus principales establecimientos
comerciales sobre la Avenida Central como eran las casas comerciales del Sr.
Ricardo Arima, Víctor Kumagay y del Sr. Manuel Juan.
7.- CRECIMIENTO URBANO
1940-1950
Presionado por
políticos y terratenientes del viejo cuño Callista que sintieron
afectados sus intereses, obligaron al Ing. Efraín A. Gutiérrez a
renunciar al cargo de gobernador. Sucediéndole el Dr. Rafael Pascasio
Gamboa por un periodo de 4 años, en tanto a nivel nacional asume la
presidencia de la república el General Manuel Avila Camacho y con
el se frena en gran medida el reparto de tierras que se venían dando.
Sin embargo por la coyuntura social y económica de la segunda guerra
mundial y la caída de los precios del café, fueron incautadas
varias fincas propiedad de alemanes. Para 1942 las fincas confiscadas sumaban
67 pasando hacer administradas por los famosos Fideicomisos; estructuras
administrativas del gobierno federal para hacerse cargo de estas y que en el
periodo presidencial de 1946 a 1953 de Miguel Alemán Valdez fueron
devueltas a los alemanes. Entre las acciones de su gestión tuvo mucha
importancia a la construcción de obras públicas abanderando las
edificaciones de beneficencia social. Con este mismo criterio de desarrollo en Chiapas
tanto Rafael Pascasio Gamboa, Juan Esponda y hasta 1948 cuando asume la
gobernatura el general Francisco J. Grajales, promovieron la realización
de edificios públicos y gestionaron actividades de beneficencia social.
Por su parte el pueblo de Huixtla había crecido en población. El
censo de 1940 contabilizaba 10,793 habitantes los cuales se distribuían
en 5,468 hombres y 5,325 mujeres. En el plano económico el auge
comercial y productivo del café y del plátano convertían a
la cabecera municipal en un lugar de procesamiento (beneficio), bodegaje y
envío (embarque). Alentado el arribo de productores y compradores que
buscaban los servicios de hospedaje y alimentación así como
lugares de compras, salud y diversión.
Para 1950, la
población de Huixtla era de 14,102 habitantes, concentrándose el
72% en la cabecera Municipal y el 28.5% en el medio rural. La
concentración en las cabeceras municipales o ciudades
correspondían por una parte a la dinámica histórica de
crecimiento y desarrollo de los pueblos, pero por la otra a una política
nacional de desestímulo al medio rural (escaso apoyo a la
producción agrícola, principalmente de granos básicos).
Transformando al México rural en un México urbano, en la cual la
industria manufacturera y la importancia de los servicios cumplían un
modelo aplicado para desarrollar al país. En estas circunstancias
Huixtla no ajeno a ello y presionado por una mayor cantidad de población
iniciaba y consolidaba la construcción de obras urbanas; la introducción
de drenajes, alumbrado público, empedrados y pavimentación de
calles en el primer cuadro de la ciudad y la construcción de centros
educativos; las Escuelas Primarias Huixtla y Cuáuhtemoc y la Secundaria
Benemérito de las Américas alojada en una construcción de
piedra que en los años cuarenta había servido de cárcel
municipal. Junto con ello el Ayuntamiento daba facilidades para el
establecimiento de refresquerías, pequeños comedores y cantinas.
Con esta inercia de crecimiento los alcaldes municipales de limitados alcances
presupuéstales y de mandato (de 1940 a 1950 la gestión
administrativa del municipio estuvo a cargo de 6 presidentes) solo les
alcanzaba para dar el apoyo incondicional dando permisos a pudientes ciudadanos
que querían establecer negocios de diferente índole. Por lo tanto
la realización de obras y programas sociales prioritarios para el
municipio eran imposibles en tanto la escasa captación de recursos
fiscales municipales como el nulo apoyo del gobierno estatal que se
desarrollaba en interinatos.
8.- HUIXTLA
CONTEMPORÁNEO
Según el censo de
1960, Huixtla tenía 19,900 habitantes, concentrándose en la
cabecera municipal 12,300 pobladores. Transformándose en uno de los
centros urbanos de mayor importancia en la región, en tanto la riqueza
productiva generada y el impulso del desarrollo de las ciudades bajo la base de
una agricultura comercial orientada al mercado nacional e internacional, de
acuerdo a la importancia de la producción agrícola que se captaba
en la cabecera municipal como centro receptor y de envío de café,
plátano, cacao y frutales a través de dos vías
comunicantes al exterior del estado; la vía férrea a
través del ferrocarril y por la vía terrestre asfaltada llamada
carretera costera del pacífico que partía de Arriaga a Tapachula.
Obra iniciada en 1961 y concluida en 1964. Estas dos vías de
comunicación proporcionaba a Huixtla una posición
estratégica, mejor con respecto a los demás municipios que
seguían vegetando en torno al centro político y económico
que se había convertido Tapachula.
A la par con el
“desarrollo urbano” el espacio geográfico rural crecía. A finales
de los años sesentas, según el censo agrícola y ganadero
de Chiapas, el municipio contaba con 103 localidades, 80 ranchos, 4 ejidos, 11
rancherías, una finca, una congregación y 6 localidades no
definidas. Así mismo el 10.60% de la población
económicamente activa el 4.97 se dedicaba a labores agropecuarias.
Los sesentas refleja un
mayor dinamismo urbano. Para ese entonces el pueblo de Huixtla contaba con 7
instituciones educativas de primaria y una secundaria, así como los
servicios médicos del hospital civil y a finales de la década la
señal televisiva entraba en algunos hogares huixtlecos haciéndole
competencia a la señal radiofónica de dos emisoras radiales.
En 1970, bajo una
dinámica de crecimiento comercial y de servicios mas que de un proceso
de industrialización, Huixtla incrementaba su población a 26,304
habitantes (censo de población de 1970) y la cabecera municipal se
consolidaba junto a Tapachula como un centro rector de la
comercialización agropecuaria ya que no debemos olvidar que de 1940 a
1970
“….el campo y sus
habitantes financiaron el desarrollo urbano, industrial y de servicios…” (15)
en el país. Desde esta perspectiva con un desordenado y lento proceso de
urbanización la Ciudad de Huixtla ensanchaba la mancha urbana a
través de una población rural migratoria hacia las orillas del
río Huixtla que atraviesa la zona urbana y afluente de agua más
importante de la región soconusco que iniciaba hacer contaminado.
En este dinámico
proceso urbano el incremento de población representaba problemas de
vivienda y de servicios públicos. Datos del IX censo de población
se estima que en los sesentas existían 5,025 viviendas alojando a 26,304
habitantes representando un déficit del 39%. De esta cantidad 1967 casas
contaban con drenaje beneficiando a 9,880 ocupantes, 3,058 no contaban con
drenajes beneficiando a 9,880 ocupantes, 3,059 no contaban con drenaje y
alojaban 16,424 ocupantes A la par el crecimiento del sector comercial y de
servicios propiciaba mayores necesidades ante un mayor flujo migratorio
temporal o definitivo de mano de obra rural a la cabecera municipal, ya
estableciéndose como comerciantes o como empleados de servicios en
negocios establecidos. Reflejándose en las estadísticas el
crecimiento de las actividades terciarias. Así, del 46.50 de la
población económicamente activa el 15.34% correspondía al
sector servicio y comercio. En este contexto las administraciones municipales
seguían quedando rezagadas para dar respuesta a las necesidades que
habían surgido con el desarrollo urbano, al no contar con programas de
trabajo que impulsará un proceso mejor planeado. En cierta medida el
trabajo del trienio 1968 a 1970 siendo alcalde el Lic. Manuel Esquinca
Santibáñez se gestionaron la construcción de obras
importantes que sirvieron para consolidar el trabajo del trienio 1971-1973, con
el señor Jaime Fernández Armendáriz como presidente
municipal. En el cual se observa una administración con mayor fuerza
política y económica. Realizando un mayor numero de obras de
infraestructura que en el pasado nunca se habían realizado. Algunas de
estas fueron; la construcción del actual edificio del mercado “Miguel
Hidalgo”, la fundación de la actual preparatoria “Alberto C. Culebro”, construcción
y remodelación de calles y jardines públicos,
reconociéndose que mas que un trabajo planeado y consensuado fue
impulsado por un ímpetu personal por hacer lo que nadie hasta ese
entonces había realizado, el trabajo de este trienio se engrandece aun
más cuando las siguientes dos administraciones se desenvuelven en la
mediocridad y en la corrupción del trienio 1977 a 1979.
El modelo aplicado desde
1950 a nivel nacional a través del desarrollo de la agricultura
comercial destinada al mercado nacional e internacional para el desarrollo de
las ciudades, tiene cierta respuesta en el crecimiento urbano de la cabecera
municipal de Huixtla aunado con el incremento de la población a finales
de los años sesentas y principios de los ochentas como resultado del
establecimiento de agroindustrias paraestatales y privadas; el Ingenio
Azucarero Belisario Domínguez, Tabamex y una cantidad de Beneficios y
Bodegas de café. La afluencia cada vez mayor de personas que eran
contratadas como mano de obra de otros Estados de la república
principalmente de Veracruz, Guerrero, Nayarít y Oaxaca. Así mismo
el arribo de braceros guatemaltecos y salvadoreños conformaban el
entorno social de Huixtla tanto en el medio urbano como rural.
Junto con el proyecto
Huixtla que arranca a principio de los ochentas en el que se contempla la
creación de infraestructura para el desarrollo agrícola y que
comprende los municipios de Mazatán, Tuzantán y Villa
Comaltitlán. Se establece como se decía el ingenio azucarero con
una capacidad de molienda de 6,000 toneladas diarias que se abastecerá
de la producción que estos 4 municipios realicen. Sin embargo Huixtla
será uno de los municipios que participara con una mayor cantidad de
hectáreas y por consiguiente con mayor cantidad de toneladas de caña.
Con este auge cañero el paisaje urbano y social se empieza a modificar:
se funda la colonia obrera y se derriban miles de hectáreas de cacao
así como árboles de diferentes especies tanto frutales como
maderables para abrir los espacios agrícolas al cultivo de caña.
Se realiza el asfaltado de la carretera Huixtla –Ingenio azucarero “Belisario
Domínguez”, lo cual permitirá que las comunidades y ejidos de la
zona baja tengan mayor contacto con la cabecera municipal.
En contraparte con las
perspectivas de desarrollo que representaba el ingenio azucarero. Las
administraciones municipales de los ochentas no se fundían con estas
expectativas. Después de que los últimas administraciones de los
sesentas dejaron al municipio en desgracia sucede un hecho inesperado en la
vida política de los huixtlecos. El candidato del Partido Acción
Nacional triunfa dentro de una coyuntura política y social manejada
desde la capital del estado por el gobernador Juan Sabines y por el Partido
Revolucionario Institucional. Tres años de gestión del Presidente
Municipal del Partido Acción Nacional el Ingeniero Homero López
Lena fue suficiente para que el pueblo se diera cuenta de que no había
sido el mejor hombre de ese partido para manejar el destino de los huixtlecos.
Entre la corrupción y la anarquía en todos los niveles de su
gobierno finalizó su gestión con más pena que gloria.
Después de este hecho importante en la vida de Huixtla el PRI vuelve a
retomar el poder par seguir con las mismas prácticas entre las que
destacan la corrupción, la desorganización, el nepotismo y el
modo simplista de gobernar. La década de los ochentas representó
para Huixtla un retroceso en la gestión administrativa afectando su
crecimiento.
10.- TRECE AÑOS
DESPUES GESTION PANISTA
Por decreto del Honorable
Congreso del Estado y por única vez con el propósito de que
coincidieran en la terminación del periodo legislativo y municipal y se
realizaran las elecciones de manera conjunta se establecieron 4
años para las actividades administrativas municipales. Por lo que
el periodo como Presidente Municipal del Medico Raymundo Toledo fue de 1992 a
1995. La oportunidad de gobernar que el PAN había buscado afanosamente,
se cristalizaba en este cuatrienio en el que se capitalizo la gestión
realizaba por el trienio priista anterior como fue la introducción de
drenaje, pavimentación de calles y la construcción de la unidad
deportiva aunada a una ardua labor de gestoría ante las
dependencias de gobierno federal y estatal para atraer proyectos sociales y
productivos. En ese mismo sentido se dio impulso a la obra pública
en el medio rural; apertura de caminos, empedrados, electrificación e
introducción de agua potable, a la par se mejoraron los servicios de
salud y educación. De tal manera que el trabajo de Raymundo Toledo en
comparación con los anteriores trienios era bastante aceptable para
dejar en buena posición como candidato a cualquiera que quisiera
contender por el PAN.
La contienda electoral de
1995 representaba para Acción Nacional una nueva oportunidad para
refrendar el triunfo. En ese sentido bajo un proceso interno de elección
se designó al Médico Jorge Paz Medina uno de sus principales
militantes para contender contra un candidato del tricolor desgastado por las
pugnas internas que seguían prevaleciendo entre dirigentes, lideres y
militantes. Aun con la efervescencia de la ciudadanía que había
que refrendado su aceptación por el trabajo del cuatrienio, Paz Medina
se alzo con el triunfo que a la postre lo convirtió en presidente
municipal par el trienio 1996-1998. Rodeado por un equipo de trabajo en el que
sobresalían “nuevos” militantes panistas. La gestión en este
trienio se caracterizó por el nulo liderazgo del alcalde municipal y de
tal manera el mando fue cedido a otros y como resultado el fracaso en la
gestión administrativa. Permeado por fuertes actos de corrupción
entre sus principales colaboradores que al final del trienio se
convertían en los nuevos ricos del pueblo.
A finales de 1998 la
región del Soconusco sufrió los fuertes estragos de las lluvias
por casi 4 días seguidos. El día 8 de Septiembre después
de 48 horas de pertinaz lluvia el río Huixtla se desbordó por la
madrugada. Azolvado en varias partes de su recorrido e invadido por
asentamiento humanos irregulares busco los causes naturales que antes
tenía. El estruendo en la oscuridad de la madrugada suponía
corrientes embravecidas que rompían con el cauce taponado, el puente de
ferrocarril y la calle Nicolás Bravo fueron destruidos. Las aguas
embravecidas arrastraron viviendas mal hechas, animales, seres humanos, piedra,
lodo, árboles y todo lo que estaba a su paso. La zona agrícola
quedo desbastada. Otra parte de Chiapas era conocida en el mundo por hechos
trágicos y ante el vacío del poder que se vivía, funcionarios
de la administración municipal y el candidato del PAN a la
alcaldía aprovechaban para realizar proselitismo entre los damnificados.
El balance hasta ese
momento de la gestión municipal por parte de Acción Nacional
después de 10 años se configuraba de aciertos y errores matizados
con actos de corrupción, que en términos de propuesta partidista
aun posibilitaba a la población crear expectativas en las elecciones del
2001, pero que dificultaba a muchos tener certeza del avance obtenido de
desarrollo urbano y rural del municipio.
Los acontecimientos de
Septiembre obligó a los partidos políticos y a la Comisión
Estatal Electoral a realizar los comicios hasta después del 6 de
Octubre. Exactamente en el mes de Diciembre.
Con un candidato
recién llegado a las filas blanquiazules cuestionado por su militancia
partidista en las elecciones internas y de paso derrotando a un contendiente de
la vieja guardia panista. El PAN daba su apoyo al C. P. Carlos Martínez
Martínez, para contender en las elecciones de Diciembre de 1998 con
miras a preservar el poder Ante el candidato del Revolucionario Institucional
que dicho sea de paso tenia en ese momento un bono político ganado meses
antes como diputado local pero que no le favorecía su estigma de familia
caciquil.
El triunfo de Carlos
Martínez, trajo consigo mismo una nueva etapa del panismo en el que
arribaban nuevas caras a la administración pública municipal
disociada de la estructura partidista. De tal manera que como equipo en
el ayuntamiento el alcalde, amigos y allegados creaban molestia entre algunos
del viejo cuño panista. La experiencia de tres años era; una
administración municipal que a un año y meses aun no
respondía a las expectativas que la población esperaba.
Quizá por esa falta de experiencia que se da en cada inicio de
gestión o quizá por los problemas heredados de su antecesor y a
la carga de trabajo que tenía en frente, como era el de dotar de
servicios a los nuevos asentamientos humanos que antes se habían ubicado
a las orillas del río Huixtla y que se convertían en colonias periféricas
como Torrecillas, Cañaveral, 8 de Septiembre y 2 de Octubre junto con
las que se habían formado al vapor del ensanchamiento urbano. A mediados
de 1999 en adelante se iniciaron a realizar obras algunas funcionales y otras ineficaces.
Invertir en rubros
sociales y educativos de forma y no de fondo, en el rubro de salud se
promovieron varios aspectos con avances significativos, se gestionaron obras y
proyectos importantes para el municipio y evidentemente donde no se
invirtió fue en el campo agropecuario, la gestión de este trienio
algo así como una copia del programa de trabajo del edil panista que en
ese momento estaba en gestión en la capital del estado, tenía
características de empresa privada. En contraparte la
administración municipal volvía a crear nuevos ricos a
través de los recursos públicos, este Ayuntamiento terminaba de
manera controversial ante la población; por una parte la gestión
administrativa la calificaban como buena pero injusta y desleal ante sectores
sociales y partidistas.
El balance hasta ese
momento de la gestión municipal por parte de Acción Nacional
después de 10 años se configuraba de aciertos y errores matizados
con actos de corrupción, que en términos de propuesta partidista aun
posibilitaba a la población crear expectativas en las elecciones del
2001, pero que dificultaba a muchos tener certeza del avance obtenido de
desarrollo urbano y rural del municipio.
Para las elecciones del
2001, Acción Nacional realizó de nueva cuenta un proceso de
selección, esta vez solo votaron los miembros activos del partido,
eligiendo al Profesor Ignacio Marqués Flores “viejo” militante que en
segunda ocasión buscaba hacer realidad su “sueño” de ser
presidente. Entre vericuetos de maniobras internas logra su postulación
para contender contra los candidatos del PT y del PRI. El primero un partido
político recién hecho para la contienda y el segundo moralmente
resquebrajado arrastrando vicios añejos de imposición. El buen
desempeño del trienio de Carlos Martínez, el trabajo y la
presencia como maestro en la zona rural de Marqués Flores y el accionar
de una campaña política de aciertos condujo al triunfo al PAN y
por supuesto al Profesor Marqués.
Por primera vez llegaba a la
alcaldía un maestro normalista y se fortalecía la idea que el trabajo
realizado por el trienio anterior tendría continuidad e
imaginación. Al cabo del tiempo las proyecciones a futuro se han vuelto
inciertas y la ciudadanía acepta con desencanto que se equivocaron al
emitir su voto. Entre incapacidades, anarquía y corrupción el
trienio de Márquez Flores supera el retroceso de Huixtla que se dio en
algunas administraciones pasadas, recordando las administraciones priistas.
11.- EL AROMÁTICO,
BEBIDA HISTÓRICA PRE-REVOLUCIONARIA
Así como fue de
importante el cacao durante la época prehispánica y colonial, el
café fue configurando su importancia en la región a principios
del siglo pasado. Hasta hoy cuando su producción es la base en la cual
giran toda una serie de actividades que se experimentan en varios municipios
del Soconusco.
Se dice que en 1819, se
cultivaron las primeras plantas de café en la región. Aunque
según don Manuel Larrainzar subdelegado del Soconusco a principios del
siglo XIX fueron consideradas como plantas medicinales con alguna posibilidad
de exportación. En 1874 don Matías Romero informa que los
primeros cafetos comerciales (5 mil matas de Borbón) fueron plantadas
por el Italiano Jerónimo Manchinelli en 1846 cerca de Tuxtla Chico, en
los terrenos del rancho la Chácara sobre las faldas del volcán
Tacaná.
Es en 1880, cuando la
producción se incrementa fortalecida por la definición de
límites entre Chiapas y Guatemala. Medida que da seguridad para obtener
títulos de tierras disponibles. Aprovechada por extranjeros ricos,
principalmente Europeos que adquieren grandes superficies propicias para el
cultivo de café invirtiendo capitales en la parte alta del Soconusco.
Aunado también al entusiasmo que representaba el alto precio que este
producto tenía a causa de la revolución en Brasil. Por lo tanto
en ese mismo año se establecen plantaciones en Cacahoatán y
Unión Juárez. Más adelante bajo la tutela de la
política presidencial de protección y estímulo a empresas
extranjeras por parte del general Porfirio Díaz, se fueron constituyendo
en toda la región las históricas Fincas Cafetaleras. Que al paso
del tiempo nos dice el Doctor Carlos Castillo “habrían de desarrollarse
para alcanzar 2 tipos diferentes en la producción, unas con alto grado
de tecnificación que se orienta al mercado exterior obteniendo altas
ganancias y otras de pequeños propietarios y ejidatarios que surten al
mercado local, alcanza baja calidad y su producción es acaparada por
comerciantes que estipulan las condiciones de compra de café así
como las formas de distribución” (16)
Históricamente el
precio del café en la región ha estado sometido a los vaivenes
del precio internacional propiciado por países con mayor
producción en el mercado de Nueva York. Actualmente otros países
han incursionado en el cultivo y comercialización como es el caso de
Vietnam que ha invadido el mercado internacional abaratando los precios del
aromático. El escritor Matías de Córdova dice que en 1870,
el precio de un quintal de café era de $8.00, dos años
después en 1872 nos dice Moisés de la Peña el precio
había subido a $23.00 el quintal. El precio fue en ascenso por lo que el
gobierno Porfirista desarrollo una intensa campaña con el fin de atraer
capitales al Soconusco. En 1883 se mejoraron las instalaciones del entonces
Puerto de San Benito (Puerto Madero) para el embarque de café hacia la
ciudad de Hamburgo, Alemania y Nueva York, Estados Unidos. Mas tarde en 1908 se
construye la vía férrea panamericana de 458 kilómetros,
compartiendo el costo de la construcción el gobierno federal y la banca
norteamericana. Así mismo se mejora la red de caminos vecinales. Con la
construcción de la vía férrea la producción
cafetalera se acrecienta permitiendo sacar el grano por el puerto de Salina
Cruz en el Pacífico y por el de Coatzacoalcos, Veracruz en el Golfo.
En 1895, el soconusco
contaba con dos millones de cafetos y 5 años después, esto es en
1900 se cosechaba 70 mil quintales con una existencia de 94 plantaciones
cafetaleras. En 1907 y 1909 la producción general del café
subió de 80 mil a 120 mil quintales y en 1915 sumaba ya 15 mil. En 1928
existían 91 plantaciones cafetaleras en el Soconusco, 32 fincas
Alemanas, 25 Mexicanas, 13 Españoles, 10 Norteamericanas, 8 Francesas y
3 fincas Inglesas. Desde 1881 las Fincas cafetaleras eran tituladas evocando
hasta hoy el origen de sus propietarios; Lubecka, Bremen, Hamburgo, Germania,
Argovia, Hannover, Prusia, Génova, Nueva Francia, Irlanda,
España, Covadonga, Eureka, Guanajuato, Helvecia, Córcega,
Maravillas, Perú, Nueva Argelia, Gilbraltar, Rioja, Grecia,
Albión, Escocia, Fortune, Nueva Alemania, etc.
Los apellidos Lutman,
Edelman, Kalhe, Reinshagen, Peters, Treviño, Benstorf y Polhens,
permanecen hasta hoy en día en la historia cafetalera.
11.1 CONDICIONES SOCIALES
Y RIQUEZA CAFETALERA
El auge del café a
finales del siglo XIX y a principios del XX, así como la importancia que
tiene para nuestra economía, ha sido gracias también a la mano de
obra de miles de indígenas Mexicanos y Guatemaltecos. Que bajo
condiciones de vida miserable y de explotación hicieron posible que muchos
extranjeros y porque no decirlo terratenientes Mexicanos anquilosaran riquezas.
El Doctor Carlos
Castillo, menciona que a fines del siglo pasado Matías Romero se
percató de la falta de mano de obra en el Soconusco. Dicha escasez nos
dice el Dr. Castillo “implicaba un círculo de miseria para la
contratación, que por una parte representaba un pago por la
contratación” o “habilitación” del “mozo” o trabajador y por otra
para el trabajador “habilitado”, en esa forma, significaba la
adquisición de una deuda con el propietario que debía pagar con
trabajo, esto ocasionó lo que Romero llama una cadena interminable de
pagos y fugar”, que fue aliviado con la “habilitación” de familias
pobres que moran en la altiplanicie Guatemalteca, pero esa dependencia era inconveniente
para el desarrollo de una escala ampliada del cultivo del café que
necesitaba trabajadores permanentes, pero “Los indios de la tierra fría
de Guatemala, sólo vendían su fuerza de trabajo por dos o tres
meses y regresaban a cuidar su siembre en su patria” (17), así mismo
dice Castillo, “… Las condiciones económicas, de salud, de vivienda, de
clima, de alimentación, de duración de la jornada de trabajo y de
los míseros salarios percibidos, fueron los que presionaban al “mozo” a
fugarse, a romper violentamente con la presión de las cargas que
constituían las deudas… (18)
El Dr. Castillo nos dice
que a principios de este siglo, se intento trae trabajadores a esta
región del Soconusco de todas partes del país y del mundo, tales
como Japoneses, Chinos e Italianos. Pero prefirieron irse a otras partes donde
ganaban mejor en trabajos menos pesados y en mejores condiciones ambientales.
Matías Romero relata que en los orígenes del cultivo de
café en el Soconusco, se pagaba salarios por jornal “desde real y medio
hasta dos reales y medio diario” (19). El escritor Alemán Paúl
Furbach menciona que en 1912 según el, los Chamulas recibían 40
centavos al día y se les daba de comer tortilla y café en la
mañana, al medio día des daban fríjol y pozol, en la tarde
también lo mismo, comían 2 veces a la semana arroz y carne.
En 1976, el salario
mínimo era de $40.00 a $49.00 diarios, en 1980 era de $80.00 y en 1982
de 120.00 descontándose comidas y habilitación (endeudamiento con
la Finca). Aún, en 1982 existían corrientes migratorias de
indígenas Tzeltales y Tzotziles de los altos de Chiapas como mano de
obra a la región Soconusco. Por esas fechas en entrevista a grupos
Tzeltales de Tenejapa en la Finca San Cristobalito, decían estos que su
alimentación se componía de frijoles, Chile, café,
tortillas y pozol y que la jornada de trabajo era de 4 de la mañana a 6
de la tarde.
A finales de los sesentas
y principio de los ochentas los trabajadores indígenas de los altos de
Chiapas dejaron de venir a las fincas del Soconusco, iniciándose la
contratación de mano de obra Guatemalteca por parte de los finqueros. En
declaración de parte de uno de los dueños al diario nacional “Uno
mas Uno” esgrimía la razón para no contratar indígenas
Chiapanecos “la mano de obra de Guatemala es mas barata, no pide prestaciones y
no sale con eso de que el terreno es muy grande y quiere invadirlo”. Las
construcciones urbanas e hidroeléctricas realizadas en la región
central del estado propicio que la mano de obra indígena de los altos
emigrara hacia esa zona para convertirse en obreros de la construcción.
Otras de las razones para que los indígenas de los altos de Chiapas se
alejaran de las fincas cafetaleras de esta región.
En 1880 cuando el cultivo
de café se incrementa se establecen plantaciones por zonas en la
región del soconusco. La primera comprende de los municipios de Tuxtla
Chico, Cacahoatan, Unión Juárez, Metapa y parte de Tapachula a
una altura de 1300 a 1400 metros sobre el nivel del mar la más alta y
baja hasta los 200 metros. La segunda queda comprendida entre los ríos
Coatán y Huehuetán a una altura mayor de 1,170 metros, a una
menor de 460 metros S. N. M. la tercera Zona se establece en los
límites del río Huehuetán y Tepúzapa en una altura
de 1125 metros S. N. M, la alta y baja a 400 metros S. N. M. La cuarta llamada
boquerón queda comprendida entre los ríos Tepúzapa y
Huixtla abierta al cultivo a partir de 1898, en una altura de 200 metros en la
superficie del Ejido Francisco Sarabia, Finca Aurora y San Matero y con 1190
metros S. N. M., las fincas Germania, San Cristobalito y Hannover, siendo la
cabecera Municipal de Huixtla el centro de embarque y envío.
Por un largo periodo de
años la zona del boquerón bajo su rendimiento productivo al
resentir la apertura del puerto San Benito (Puerto Madero) como centro e
embarque, No así otras zonas plantadas que vivieron un mejor auge por la
cercanía que estas tenían con este puerto. Es en 1908, cuando el
boquerón amplia la superficie al cultivo, como muestra de interés
de los productores al percatarse de la construcción de la vía
férrea que constituiría un importante medio de
comunicación para el embarque de la producción cafetalera. A
principios de los años sesentas y en adelante esta se incrementaría
con la construcción de la carretera costera del pacífico y en
1974 con el camino de terracería hacia la región sierra.
12.- LOS INMIGRANTES
CHINOS EN EL SOCONUSCO
Datos
bibliográficos y de consulta personal coinciden en que la llegada de los
primeros Chinos a la región Soconusquense data de hace 133 años,
cinco hombres y una mujer procedentes de Panamá en 1870. Con el paso de
los años y plenamente asentados se forma en 1884 la primera
agrupación en Tapachula, instituyéndose en 1906 la primera directiva
que aglutina a todas las colonias Chinas que existían en el estado.
Más tarde se incrementa el flujo de inmigrantes gracias a la
construcción de la vía férrea en 1908, permitiendo la
comunicación con las vías marítimas de desembarco de
puerto Arista y San Benito (Puerto Madero) que con una línea de vapores
comunicaba a otros puertos del Pacífico. Desde San Francisco, Estados
Unidos hasta Punta Arenas, Argentina.
Según la
investigadora Rosana Reyes supone que los primeros Chinos llegados al
Soconusco, provienen de las grandes colonias Chinas formadas en San Francisco,
Panamá y Perú en la década de 1850 cuando comenzaron las
grandes corrientes de inmigrantes hacia América “…Las condiciones en que
vivían los Chinos llegados a Panamá o Perú no eran nada
halagüeñas, pues era mano de obra contratada con engaños o
bajo presión para realizar trabajo pesado por salarios ínfimos y
en condiciones de completa insalubridad, salir de la condición de Culi,
como se llamaban a estos trabajadores era empresa difícil y las
perspectivas desalentadoras, por ejemplo; los chinos que permanecieron en
Panamá después de terminado al ferrocarril se convirtieron en los
dueños de barracas en las que se alojaban y daban de comer a los negros
que llegaron a trabajar al canal (19).
“Los Chinos que salieron
de su país con rumbo a California (conocida por los Chinos como Kin-Shan
montaña de oro) emigraron libremente, muchas veces encandilados por el
brillo del oro y los mitos de fortuna amasados en corto tiempo, sin embargo
también en California las condiciones eran difíciles, incluso
antes del acta de exclusión en 1882 que prácticamente
prohibió la inmigración de Chinos a Estados Unidos; el trabajo
era duro (ferrocarril y minas) y la competencia grande (más de 200 mil
Chinos habían llegado a California par 1877)” (20).
Quizá como apunta
Rosana Reyes los Chinos desplazados o que no pudieron colocarse en dichas
colonias, decidieron probar suerte en otras geografías del mundo. Los
pueblos del Soconusco fueron uno de ellos donde se encontraron muchos que eran
familiares y los que llegaron por haberse enterado que había paisanos.
Así mismo Reyes apunta que así como la mayoría de los
Chinos de América, los del Soconusco se colocaron en cuanto pudieron en
el sector de los servicios; almacenes de mercancías en general, tiendas
de telas, restaurantes, cantinas, hoteles, tostadurías de café,
velerías, así mismo se dedicaron a la fabricación de
aguardiente, acuacultores que se aventuraron para buscar mejores niveles de
vida; la ruta fue Hong-Kong-Japón-San Francisco-México…”
En la década que
va de 1920 a 1930 “Algunos Chinos habían establecido almacenes de gran
tamaño donde se podían conseguir todo tipo de mercancía
(salvo productos perecederos); harina, jabón, manteca, azúcar,
galletas, latas, aguardiente, artículos de ferretería y tlapalería…(21).
Muchas de estas tiendas se dedicaban a la distribución y al mayoreo de
mercancías a los poblados de toda la costa, principalmente a localidades
de la zona alta cafetalera.
En 1927 la
población China de Chiapas era de 1265 personas, en 1930 disminuyó
sensiblemente a 1095 debido posiblemente al hostigamiento que
ejercía hacia ellos el régimen de Elías Calles, que en ese
año terminaba su mandato. Lo que tampoco significaba que las
persecuciones se terminaran continuando hasta 1931. “Un verdadero genocidio
borrado de la historia oficial con lo que el régimen de Calles y los
terratenientes locales trataban de desviar al descontento popular por aquellos
años”.
LA COMUNIDAD CHINA EN HUIXTLA
Se debe de suponer
que el arribo de Chinos en el Soconusco no fue a través de flujos
uniformes. Esto es, no todos llegaron al mismo tiempo ni de la misma manera ni
en las mismas condiciones. Cada grupo e individuo tuvo su particularidad por lo
cual suponemos que el arribo de los primeros Chinos que pisaron tierra
Huixtleca se dieron en dos momentos. El primero; cuando algunos grupos se
habían establecido en Tapachula, aliciente importante para que otros
arribaran desde el interior de la República Mexicana donde se
encontraban sin las condiciones necesarias para fijar residencia “….Salina Cruz
fue un importante puerto de entrada para los inmigrantes Chinos de principio de
siglo; por el entraron algunos que luego se establecieron en el Soconusco, pero
fue la única vía de acceso, a la región llegaron Chinos
que habían entrado a América por otros puertos o que
habían vivido antes en otros lugares del país o del continente;
San Francisco, Sonora, Manzanillo, Veracruz…” (22). El objetivo de tener
mejores niveles de vida planteaba la necesidad de enrolarse en trabajos donde
en ese entonces se necesitaba de mano de obra abundante y barata “…En Marzo de
1900 entraron 2700 Culies Chinos para trabajar en Chiapas, Oaxaca y Sonora como
jornaleros agrícolas. La mayoría de ellos llegó de Salina
Cruz y de Guatemala y en 1903 arribaron las primeras 57 familias de 25 mil
destinadas a Yucatán, los plantadores pretendían utilizarlos para
el corte de café, pero pronto rehusaron trabajar en labores
agrícolas y monopolizaron el pequeño comercio en los pueblos de
la costa” (23).
El segundo momento
suponemos es la llegada de Chinos que venían huyendo de una
convulsionada república China, como resultado de una cruenta lucha civil
entre 1914 y 1920 en calidad de refugiados, teniendo de por medio el apoyo de
paisanos, amigos y familiares que habitaban en varias regiones de
México. En muchos casos familiares y amigos fueron traídos
directamente a Huixtla.
Iniciando el siglo XX,
arribaron al pueblo de Huixtla los señores Federico Lay León en
1900, Manuel C. Juan en 1912 y Antonio Cuan Chang en 1920, más tarde
llegarían los señores Carlos Corlay, Jesús Lay, Eduardo
Puon, Juan Choy Pool, Joaquín Chang, Alfonso Puon, Miguel Chie y Antonio
Jo. Como la mayoría de los Chinos de América, trabajaron como
empleados en almacenes de mercancías en general y tiendas de ropa,
más adelante con el sacrificio del trabajo y establecidos en Huixtla
pusieron algunos pequeños restaurantes, tiendas de mercancías y
ropa, ferretería y tlapalería.
Paulatinamente el grupo
de Chinos que vivía en Huixtla se fue organizando. Inicialmente en una
asociación que más tarde se convertiría en una de las
colonias Chinas que empezaría a funcionar en el estado en los
años treinta. Principalmente funcionaba como un grupo donde la ayuda y defensa
mutua entre sus miembros sería una de sus características para
preservar la cultura y tradición oriental, así mismo en defensa
de sus intereses dentro del medio social en un pueblo de un país
occidental. De esta manera la colonia China realizaba actividades para apoyar y
beneficiar a la comunidad Huixtleca.
En los años
cincuenta se puede apreciar que la comunidad China ya se había integrado
a la sociedad Huixtleca. En el libro o directorio editado en 1957 en la ciudad
de México se menciona a su directiva y los apoyos que habían
otorgado a ciertas instituciones locales. Así mismo anuncian como
comerciantes a señores Manuel C. Juan, Alfonso Puon, Carlos Corlay
Pérez, Juan Choy Pool y Jesús Lay, a don Joaquín Chang
como propietario de el “Huixtleco” restaurante ubicado en la calle Morelos
número 5.
Actualmente en Huixtla
encontramos familias de apellidos; Yau, Ley, Puon, Chie, Chiu, Choy, Ly, Juan,
Lay, Corlay, Wong, Chang, Chong, Choypool, Jo y Lom, por citar los más
conocidos.